sábado, 16 de junio de 2012

Durmiendo bajo las estrellas

*Día 26 de mayo del 2012:

Salimos del coche a la entrada de la pedriza, y por primera vez entramos en el centro de educación ambiental donde pudimos ver una maqueta de toda la sierra de Guadarrama, una pequeña exposición del paisaje y un corto en el proyector sobre la historia de la pedriza y el entorno de la sierra.
Esta vez estábamos Borja, Cristian y Javi. Queríamos mostrar a Borja todo aquello que nos diera tiempo a enseñarle en ese día y medio que pasaríamos allí, así que nada mejor como apuntar a Quebrantaherraduras inferior para dar comienzo a la visita. Pasamos por delante de esta zona sin entretenernos más que lo justo y llegamos a Quebrantaherraduras superior, donde sacamos las cuerdas y empezamos la primera escalada del día.

Más tarde bajamos hasta el parking de Canto cochino, cruzamos el río y camino arriba pasando de largo por el Cancho de los Brezos llegamos a un lugar muy particular que no está catalogado en las guías, pero que es un sitio estupendo donde pudimos comer a la sombra.
Hacía calor, aunque no muy sofocante. Después de comer escalamos de nuevo en las paredes de nuestro mágico lugar.

Después de escalar recogimos nuestras cosas sin ninguna prisa y bajamos de nuevo al camino de valle y tras un medianamente largo y tranquilo paseo llegamos a Charca verde. Sin pensarlo dos veces colocamos la cámara fija en una roca y nos tiramos al agua de la poza, es un agua clara, fresca y reconfortante, que le hace a uno sentirse fuerte después de un pateo, no hay nada mejor como bañarse en este río después de un día de ejercicio, te hace parecer formar parte de la penetrante naturaleza.

Salimos del agua pisando rocas por la orilla y nos tumbamos en la pulida roca junto a la pequeña cascada. Se podía notar la energía que aportaba la piedra, y aunque diera el viendo de vez en cuando, esto hacía aislarnos en una cómoda temperatura.
Ya con el cuerpo inmejorable, fuimos a nuestro común prado de alojamiento donde dejamos la ropa secando y después de un pequeño paseo nos pusimos a cenar…
Plantamos los sacos en el suelo, notábamos un ambiente muy agradable para dormir sin preocupaciones. Al rato nuestra única compañía eran las brillantes estrellas que inundaban el cielo, y se escuchaba de fondo el sonido del agua cayendo por las cascadas de las pozas. Borja puso música relajante y cogimos el sueño en cuando nos quedamos sin palabras que soltar.

*Día 27 de mayo del 2012:

A las 7:30 ya estábamos en pie, nos llevamos una sorpresa cuando fuimos a desayunar, unas cabras montesas se habían comido toda nuestra comida menos unos bollos que teníamos al lado mientra dormimos, no desayunamos mal del todo pero sabíamos que nos esperaba un día de hambre. Nos marchamos en busca del camino para llegar al Cancho de los muertos. Allí nos encontramos con otros escaladores con los que pasamos toda la mañana hablando y escalando, estas geniales personas fueron nuestra salvación, les agradecimos un montón que nos dieran frutos secos y fruta suficiente como para no pasar hambre. Este lugar es otro de los increíbles sitios de la pedriza, con forma de muralla esculpida por la naturaleza, se encuentran unas paredes geniales y de todo tipo para escalar en un alto desde el cual podemos ver inmensidad de pedriza.


Cerda de las 5:00 empezamos a bajar de allí rumbo a refrescarnos en la famosa poza de la que tanto habíamos oído hablar, (la poza de los hermanos kindelán). Nos dieron indicaciones para llegar a ellas, suponíamos que tendrían un aspecto que destacaría y que no habría problema para encontrarlas. Nos costó tanto toparnos con ellas que íbamos a abandonar en el intento pero pocos metros de decidir irnos a otra parte las encontramos.
Era una poza con una cascada alta en comparación con las demás de la pedriza, con una parte en la que se podía escalar un poco, el suelo recordaba al de la playa porque cuando pisabas en la poza era arenoso e iba profundizando según te adentrabas, también tenía distintas alturas desde las que se podía saltar a un espacio del agua profundo, libre y con el suelo blando por la arena, y se encontraba en pleno centro de la naturaleza rodeado por árboles y con vistas a las cumbres de las montañas cercanas. En resumen, otro lugar mágico de estos que tanto abundan en la pedriza.

 


Nos pudimos dar una refrescante despedida en este lugar antes de marcharnos al parking donde habíamos quedado con el coche a las 7:00.
En este lugar nunca se cansará uno de descubrir más sitios y distintas zonas… será el lura indicado para estar en verano.