Salimos del
coche a la entrada de la pedriza, y por primera vez entramos en el centro de
educación ambiental donde pudimos ver una maqueta de toda la sierra de
Guadarrama, una pequeña exposición del paisaje y un corto en el proyector sobre
la historia de la pedriza y el entorno de la sierra.
Esta vez
estábamos Borja, Cristian y Javi. Queríamos mostrar a Borja todo aquello que
nos diera tiempo a enseñarle en ese día y medio que pasaríamos allí, así que
nada mejor como apuntar a Quebrantaherraduras inferior para dar comienzo a la
visita. Pasamos por delante de esta zona sin entretenernos más que lo justo y
llegamos a Quebrantaherraduras superior, donde sacamos las cuerdas y empezamos
la primera escalada del día.
Más tarde
bajamos hasta el parking de Canto cochino, cruzamos el río y camino arriba
pasando de largo por el Cancho de los Brezos llegamos a un lugar muy particular
que no está catalogado en las guías, pero que es un sitio estupendo donde pudimos
comer a la sombra.
Hacía
calor, aunque no muy sofocante. Después de comer escalamos de nuevo en las
paredes de nuestro mágico lugar.
Después de
escalar recogimos nuestras cosas sin ninguna prisa y bajamos de nuevo al camino
de valle y tras un medianamente largo y tranquilo paseo llegamos a Charca
verde. Sin pensarlo dos veces colocamos la cámara fija en una roca y nos
tiramos al agua de la poza, es un agua clara, fresca y reconfortante, que le
hace a uno sentirse fuerte después de un pateo, no hay nada mejor como bañarse
en este río después de un día de ejercicio, te hace parecer formar parte de la
penetrante naturaleza.
Salimos del
agua pisando rocas por la orilla y nos tumbamos en la pulida roca junto a la
pequeña cascada. Se podía notar la energía que aportaba la piedra, y aunque
diera el viendo de vez en cuando, esto hacía aislarnos en una cómoda
temperatura.
Ya con el
cuerpo inmejorable, fuimos a nuestro común prado de alojamiento donde dejamos
la ropa secando y después de un pequeño paseo nos pusimos a cenar…
Plantamos
los sacos en el suelo, notábamos un ambiente muy agradable para dormir sin
preocupaciones. Al rato nuestra única compañía eran las brillantes estrellas
que inundaban el cielo, y se escuchaba de fondo el sonido del agua cayendo por
las cascadas de las pozas. Borja puso música relajante y cogimos el sueño en
cuando nos quedamos sin palabras que soltar.
*Día 27 de mayo del 2012:
A las 7:30
ya estábamos en pie, nos llevamos una sorpresa cuando fuimos a desayunar, unas cabras montesas se habían comido toda nuestra comida menos unos bollos que teníamos al lado mientra dormimos, no desayunamos mal del todo pero sabíamos que nos esperaba un día de hambre. Nos marchamos en busca del camino para llegar al
Cancho de los muertos. Allí nos encontramos con otros escaladores con los que
pasamos toda la mañana hablando y escalando, estas geniales personas fueron nuestra salvación, les agradecimos un montón que nos dieran frutos secos y fruta suficiente como para no pasar hambre. Este lugar es otro de los increíbles
sitios de la pedriza, con forma de muralla esculpida por la naturaleza, se
encuentran unas paredes geniales y de todo tipo para escalar en un alto desde
el cual podemos ver inmensidad de pedriza.
Cerda de las
5:00 empezamos a bajar de allí rumbo a refrescarnos en la famosa poza de la que
tanto habíamos oído hablar, (la poza de los hermanos kindelán). Nos dieron
indicaciones para llegar a ellas, suponíamos que tendrían un aspecto que
destacaría y que no habría problema para encontrarlas. Nos costó tanto toparnos
con ellas que íbamos a abandonar en el intento pero pocos metros de decidir
irnos a otra parte las encontramos.
Era una
poza con una cascada alta en comparación con las demás de la pedriza, con una
parte en la que se podía escalar un poco, el suelo recordaba al de la playa
porque cuando pisabas en la poza era arenoso e iba profundizando según te
adentrabas, también tenía distintas alturas desde las que se podía saltar a un
espacio del agua profundo, libre y con el suelo blando por la arena, y se
encontraba en pleno centro de la naturaleza rodeado por árboles y con vistas a
las cumbres de las montañas cercanas. En resumen, otro lugar mágico de estos
que tanto abundan en la pedriza.
Nos pudimos
dar una refrescante despedida en este lugar antes de marcharnos al parking
donde habíamos quedado con el coche a las 7:00.
En este
lugar nunca se cansará uno de descubrir más sitios y distintas zonas… será el
lura indicado para estar en verano.