miércoles, 26 de marzo de 2014

La pared de Santillana

*Día 5 del 2 de 2014:

La actividad que realizamos el miércoles 5 de febrero fue bastante completa.
A esta escapada he ido con la única compañía de Manu, un compañero de la escuela de montaña y un gran tío. El objetivo se localiza en nuestra preciada Pedriza, es una inmensa formación granítica de 120 metros situada en una zona privilegiada de este lugar mágico.
Pues bien, nuestra mañana empezó en Canto cochino zampando unos bollos y tomando un café. Con las pilas cargadas cogemos la autopista de La Pedriza y ponemos rumbo a nuestra montaña, La Pared de Santillana.
El empinado camino que sube desde el Tolmo hasta El Collado de la Dehesilla se había convertido por completo en un río, y el tratar de no mojarnos ralentiza la marcha.
Desde El Collado de la Dehesilla nos encontramos nieve, tramos con mucha nieve, pero por suerte bastante dura.
Llegamos al pié de vía después de 3 horas de marcha, y entonces nos acordamos de que tenemos una cámara de fotos jaja…


Es tan alta la pared que el cuello casi te chasca de mirar hacia arriba. Sin vacilar nos preparamos, tenemos ganas de subir por ese pedrusco.
Me ato las cuerdas de 60 metros y me dispongo a abrir el largo más difícil de la vía escogida (La Sur Clásica 6a). Los tres primeros metros de vía están cubiertos por la nieve, tengo que hacer malabares para no empapar los pies de gato, sería muy peligroso un resbalón tonto en los primeros metros…


Empiezo a escalar, meto un friend a los 7 metros, y cuando llega el paso duro de la vía para mi sorpresa encuentro un parabolt, lo chapo y me doy el paso bien protegido.
Una vez pasados los 20 metros me encuentro con una pared casi vertical llena de setas rocosas, agarres enormes por todas partes, una escalada super fácil y disfrutona. Un metro tras otro manu se va quedando pequeño hasta que le dejo de ver. Llego a la reunión con la cuerda justa y le aviso por el walkie de que ya puede subir.


Empiezo a recoger cuerda y veo a Manu como crece de nuevo hasta juntarse con migo en la cómoda reunión sobre una buena repisa. La reunión dispone de un parabolt y una buena seta.


Todo va de maravilla, Manu abre el segundo largo. Esta escalada es muy fácil pero no se permiten caídas, como únicos seguros están las setas de roca laceadas con las drizas que llevamos encima.

Manu sube decidido, yo llevo mucho rato parado en la reunión y a pesar de lo que decía el parte meteorológico el cielo se cubre de nubes y las tormentas nos pasan rozando, la temperatura cae en picado, al menos hasta los 3ºC bajo cero y las manos se me adormecen, a Manu ya no le puedo ver, el sigue tirando de la cuerda y yo, cada vez con más dificultades se la sigo dando.

Nunca me ha pillado una tormenta en mitad de una escalada pero parece que va a ser la primera vez… de vez en cuando caen copos de nieve, me preocupa que se pueda mojar la roca y manu tenga dificultades allí arriba donde no le veo.
Por el walkie informa de que ya está en la reunión, ha llegado con la cuerda justa, desmonto mi reunión y con las manos insensibles y cada vez más azules empiezo a escalar. Me cuesta horrores quitar los seguros pero una vez lo consigo corro por la pared.
Llego a la cima de La Pared de Santillana 1.824 metros, menos mal, menudo momento más tenso hemos pasado. La bajada será menos compleja, de momento nos centramos en disfrutar un poco de la cumbre, bastante alpina por cierto.


Destrepando por la cara norte regresamos al pié de vía, me doy cuenta de las dimensiones reales de la pared, tomo una perspectiva diferente, ahora se lo realmente alta que es pese a que no lo parece tanto desde abajo.
Volvemos al bosque de robles esta vez cuesta abajo.

De nuevo en el Collado de la Dehesilla el cielo vuelve a coger su tonalidad azul y nosotros podemos quitarnos el abrigo.
Hemos escalado una vía de las más fáciles de La Pedriza pero a su vez una de las vías que más aventura conlleva el querer coronarla, sobre todo en invierno. Al final, el día nos salió redondo pero los momentos de tensión que nos hizo pasar el tiempo ahí arriba no nos los quita nadie.