Saturados de escalada deportiva, cogimos los friends y hemos tirado hacia nuestro querido pico de la miel.
Amaneció un
día frío pero soleado. Ascendimos el pequeño tramo obligatorio que se sube con
mochila hasta el pié de vía, donde ya estábamos a las 10:15.
Íbamos
Juanan, Cristian y Javi… era la primera escalada clásica de Juanan, por lo que
nos decantamos por la mítica vía (el Espolón Manolín) una espectacular vía de
215 metros con tramos verticales pero sencillos, perfecta para disfrutar en
altura y llevarse un buen recuerdo a casa.
El piedra,
papel o tijera eligió a Cristian para abrirnos el primer largo, que acabó por
empalmar los dos primeros largos escalándose 70 metros de una tirada.
Enseguida
fuimos arrastrados por Cristian a través de los primeros cuartos de adherencia,
que con el sol que nos empezó a dar de cuartos tenían poco, la temperatura que
cogió la roca hizo algo más difícil el ascenso pero no fue un gran problema.
Ya
estábamos en el quinto de adherencia que abrió Javi, aseguró la llegada de los
compañeros… aquí pudimos sentarnos cómodamente a beber lo que el cuerpo nos
exigía con las vistas merecidas.
Ya era la
hora de afrontar el largo esperado, una espectacular fisura de V+ con un
excelente canto para agarrar, terminada con una pequeña travesía en una altura
superior a los 100 metros.
El
afortunado al que le tocó abrir el largo fue a Javi…
Así,
disfrutando del calor moderado y un ambiente lleno de cordadas, uno tras otro
fuimos superando los largos en 3 estupendas horas que fue cuando llegamos a la
cumbre.
El espolón Manolín es una vía espectacular, sin lugar a dudas cien por cien recomendable para todo aquel que quiera disfrutar de una escalada tranquila, fácil y segura en un día tan increíble como el que nos hizo a nosotros.
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