Acampada en la pedriza
*Día 21 del
1 de 2012.
Quedamos a
las ocho de la mañana para salir de Guadalix y pasar por Manzanares del Real
hasta llegar al parking de La Pedriza, Canto Cochino.
Empezamos
con una pequeña ruta de una hora y media mas o menos hasta llegar al Yelmo. Después bajamos por un camino de un
pequeño valle, algo denso de maleza y tramos incómodos de andar.
Tras el
rodeo nos topamos con una gran pared desplomada situada por detrás del Cancho
de los Brezos.
Nada mas
fijarnos nos pusimos los arneses, sacamos la cuerda y fuimos directos a
escalarla… Era una vía un poco física, de brazos, con un empiece vertical de
varios metros seguida de una fisura que hacía travesía metiéndose en un
desplome y saliendo con unos agotadores pasos a bavaresa hasta llegar a la
argolla, era alta y estaba bien protegida además de tener una caída
limpia, pero nos la sacamos sin gran
dificultad y la disfrutamos un montón.
Nos quedamos con el sitio en el que se encontraban esas paredes para volver otro día y
fuimos al Cancho de los Brezos a escalar un poco más y a comer. Cerca de las cuatro de la tarde acabamos con todo esto y pusimos rumbo al Cancho de los Muertos bajando el
valle del todo y cogiendo La Autopista de La Pedriza, (un cómodo camino que te
lleva directamente) en una hora y media de estupendo camino ya estábamos allí, montamos el
campamento en lo que se hacía de noche y sacamos todas las provisiones.
Estábamos en
altura y teníamos una vista genial de la pedriza desde la que se distinguían
las vías de escalada míticas del lugar. Cenamos unos espaguetis y comida
deshidratada de montaña a la luz de las estrellas, que al no haber luna se
veían en su mejor esplendor.
*Día 22 del
1 de 2012
A la mañana
siguiente nos despertamos a las siete y contemplamos el amanecer en aquel ambiente
frío. Después de desayunar y guardar la tienda, sacos y demás, andamos unos
60 metros hasta las paredes que nos estaban esperando desde el día anterior.
Estaríamos
unas tres horas escalando antes de volvernos.
A la vuelta, pasando
Canto Cochino, fuimos tras cruzar el río a una bonita zona de Boulder donde nos
sentamos a gusto a comer antes de hacer la última escalada del día.
Había sido un par de días tan buenos que apenas caímos en la cuenta de sacar fotos.
Acabamos volviendo sobre las cuatro, cansados de dos días sin parar de escalar y pensando en que era lo que podíamos hacer en la próxima salida!
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