sábado, 15 de julio de 2017

Carros de Foc en Esquís

En el equipo de Alpinismo, hemos realizado lo que hasta ahora me ha parecido nuestra mejor actividad desde que comenzamos aquí. Y la mejor ruta de montaña que haya hecho en mi vida por el momento. Aunque no haya realizado demasiadas, veo evidente que no va a ser fácil superar esta.
Carros de Foc es una ruta circular que recorre el pirineo catalán y que se adentra en uno de los paisajes más salvajes y espectaculares de nuestra península.

Llegándose a convertir en uno de los trekkings más prestigiosos de Europa, este recorrido, a pesar de tener “solamente 56 kilómetros”, es de gran dureza. Pues su ruta normal suma más de 9.000 metros de desnivel acumulado sobre un terreno propio de alta montaña.
No paramos en todos los refugios. Algunos nos los saltamos.

Esta vez éramos 7 más los técnicos. Cristina no puedo venir porque no estaba recuperada aún de las rozaduras que sufrió en Sierra Nevada.

*Día 7 de Abril del 2017:

El equipo, salimos desde Madrid a las 7:00 am.

Nos preparamos asegurándonos de no olvidar nada (pues en 6 días no volveremos al coche), y comenzamos la marcha a pie.
En el comienzo no pisamos a penas nieve. Ya veníamos avisados de que poco usaríamos los esquís, y la incertidumbre del grupo se palpaba en el ambiente.
Cuando ganamos algo de desnivel pudimos ponernos las tablas para progresar durante la última parte.


El refugio Ventosa se dejó descubrir, y a las 17:00 terminamos esta corta y primera etapa.
Todos respiramos al ver que efectivamente no habíamos traído los esquís en vano, y ya a penas nos los llegamos a quitar durante el resto del viaje.
No habíamos foqueado ni 20 minutos y ya estábamos en el refugio con toda la tarde por delante. De manera que a Rober se le ocurrió subir el irresistible corredor que se divisaba en la ladera de en frente, para luego descenderlo.
Buena idea. Casi todos le imitamos y salimos detrás de él a ganarnos la comida.


Pude estrenar mis nuevos esquís de segunda mano, y para mi sorpresa, solo rodé un par de veces.

*Día 8 de Abril del 2017:

Nos levantamos con las primeras luces, desayunamos y nos ponemos en marcha. Esta vez hicimos dos grupos para ir del refugio de Ventosa al de Llong. Por un lado Marco, Carlos, Rober y Talo acompañados por Iñigo. Por otro Pablo Velasco, Pablo Herraez, Marina, Gabriel, Saúl y yo... 

Durante el camino, muchos pudimos lamentar el no haber traído cuchillas para los esquís, y  lo tuvimos que compensar yendo con sumo cuidado y tacto al cruzar por alguna ladera bien dura.


En este día, después de una larga subida nos esperó una increíble y casi continuada bajada hasta el refugio sin quitarnos los esquís. El pirineo comenzaba a mostrar su gran esplendor. 

*Día 9 de Abril del 2017:

Esta vez íbamos todos juntos como un equipo. La gente se estaba portando como auténticos titanes. Todo el mundo aguantaba el ritmo en las fuertes subidas, se gozaba las excepcionales bajadas y no se escuchó una sola queja en todo el viaje. Así da gusto.

En esta foto de puede diferenciar nuestra traza de bajada sobre la nieve virgen


Tras esquiar aquel gran corredor central.

Subida final antes de coronar cima
El paisaje me dejaba completamente anonadado, solo me funcionaba la capacidad de disfrutar. Llegamos incluso a coronar algún pico que se acercaba a los tres mil metros para luego deslizar cuesta abajo por sus laderas. Algo que me impresionó bastante fue la velocidad con la que uno se puede llegar a mover sobre sus esquís. Las distancias quedan reducidas a la mitad, lo que viene a ser únicamente la subida. Durante las bajadas kilométricas no solo recorres enormes distancias en muy cortos tiempos, sino que además ese momento se disfruta a tal nivel que se te queda todavía más corto el tramo.
Daban tormenta a las 15:00, y después de cruzar un lago congelado, entrábamos en nuestro querido refugio de Subenuix a las 16:00, en el momento que justamente comenzaba a nevar.
Pintoresco refugio el de Subenuix, custodiado por un lago que lo rodea casi por completo.

El guarda del refugio y una inquilina tocaban la guitarra, y Pablo no se pudo resistir. Nos obligó a todos a cantar canciones en coro, acompañando las guitarras. Y por si fuera poco lo grabó todo.

Pablo dice que ningún equipo de alpinismo en la historia tiene un coro como el nuestro.
Y como siempre; cenamos y dormimos de maravilla…

*Día 10 de Abril del 2017:

Cruzamos de nuevo el lago congelado con cuidadito y una separación prudente entre todos.


Después del ascenso más duro de la mañana, paramos en el collado de Monestero para hacer prácticas con el arva, pala y sonda, simulando una situación de avalancha. Fue un día muy didáctico.

Esta noche la pasamos en el refugio de Amitges. Con diferencia el refugio mejor ubicado, portador lo que posiblemente fueran las mejores vistas a contemplar de toda la travesía. Este refugio también se llevó el premio gordo a la mejor cena y al mejor desayuno (de buffet libre). Además posee una peculiar y atractiva zona de escalada conocida en la zona, dominantemente de fisuras verticales de auto protección de varios largos. Sin duda repetiré aquí.


*Día 11 de Abril del 2017:

Después del desayuno de los campeones la marcha comienza. Como siempre con una buena subida para hacer la digestión y calentar bien piernas y pulmones.


Después de nuestra merecida bajada, paramos en un lugar idílico para hacer prácticas de aseguramiento dinámico en nieve y rescate en grieta glaciar.
Rober haciendo giros en la bajada 
Yo (Javi Guzmán) montando un polipasto para sacar a Saúl de una grieta
Las empinadas laderas ya no me impresionaban. Después de pasar 4 días esquiando, me notaba con una soltura inapropiada en mí, pues aunque no se pueda decir lo mismo en la roca, soy el peor esquiador del equipo, también el más reciente, todo hay que decirlo.
Envidiaba a veces la facilidad con la que bajaban mis compañeros, pero durante los últimos días de esta semana ya no tenía tanto que envidiar, me había hecho fuerte y notaba como tenía asimilados ya un montón de conceptos básicos.
Tras una subida más, después de la parte de formación nos esperó una bajada de en cuento con salto incluido que nos conduciría al refugio de Colomers.


*Día 12 de Abril del 2017:

Nos levantamos entre las 6 y las 7, como todos los días. Con algo de pena comenzamos la etapa que cierra nuestra ruta circular. Esto parece que se está acabando.

No sin antes unos rápeles y des trepes por un inesperado terreno con el que nos topamos de lleno.

Pasamos por delante del Ventosa sin detenernos, lo que había sido nuestro primer refugio ahora es el último.
Después de nuestra última esquiada llegamos a un terreno pelado. Esquís a la mochila y a caminar…
Unas horas más tarde estábamos en una terraza de bar, donde pudimos hacer un repaso mental y recordar los mejores momentos de la ruta entre risas y comida.
Las imágenes de este asombroso lugar, los atardeceres mágicos, la compañía insuperable, el aprendizaj, el silencio, la brisa, las tormentas, los olores, animales, lagos… ya pasan a formar parte de mi corazón.
Repetiría esta experiencia encantado. Pero como digo siempre: “el final de una aventura no es más que el comienzo de otra”.

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