miércoles, 4 de abril de 2012

Ocho cumbres, una noche

*Día 31 del 3 de 2012:

Cristian y Javi, salimos a las 9:00 desde un  parquin de La Pedriza que se encuentra anterior al de Canto Cochino, con el propósito de hacer cuerda larga desde este punto.

Las mochilas nos rebosaban en su mayoría por la cantidad de comida que habíamos cargado.
Un paso tras otro empezamos a dejar atrás La Pedriza por un camino estrecho y bonito lleno de vegetación y de vida. En menos de una hora pudimos divisar la increíble montaña Maliciosa… se podía contemplar como asomaba la lejana cima detrás de los montes por los que debíamos pasar.
Nos alegramos asombrados del ritmo que marcábamos y seguimos sin descanso teniendo en mente como principal objetivo hacer cumbre en la cima más dura de la ruta cuanto antes posible.
Ya habíamos sobrepasado los pequeños montes que nos separaban de la imponente montaña y ya a pie de la montaña empezamos la ascensión más intensa y agotadora del día.


Una subida que alcanzó los 45 grados de inclinación nos hizo aflojar el paso que hasta ahora, había resultado relativamente fácil. Un pequeño vistazo atrás y las increíbles vistas nos compensaban el sufrimiento de las piernas.
En seguida pisamos terreno menos inclinado y teníamos la cima a un tiro de piedra. Por fin conquistamos La Maliciosa (2.227m) a las 11:30, habíamos subido más de 1.000 metros de desnivel. Nos pudimos tomar un merecido descanso de 10 minutos para desayunar y charlar con los montañeros que rodeaban la cumbre.

Guardamos todo en las mochilas ya sabiendo que lo más difícil había pasado pero que además de los kilómetros que llevábamos encima, el cansancio se nos iría sumando en las piernas según avanzásemos.
Una pequeña bajada tuvo lugar durante un instante antes de retomar el camino con otra ascensión y en breves llegar a nuestra segunda cumbre de las ocho que teníamos que completar, esta fue Bola del Mundo (2.268m).
A la par de una pista de esquí anduvimos pudiendo contemplar a nuestra derecha el Ventisquero de la Condesa que mantenía algunos neveros aún vivos y una amplia vista de La Pedriza. Con este panorama alcanzamos nuestra tercera cumbre, el Cerro de Valdemartín (2.278m).
De vez en cuando sobrevolaban Águilas cerca nuestra. No dejamos de seguir avanzando, ahora de nuevo por una corta bajada empinada y después por una larga subida terminada en Cabeza de Hierro Menor (2.374m)


Muy cerca de esta, quedaba Cabeza de Hierro Mayor (2.383), al completar ya la quinta cumbre entre las 14:00 y las 15:00 horas, llegó con esta la hora de comer. Paramos otros 10 minutos  resguardados del viento tras unas rocas, aprovechamos para comer, sacar fotos y contemplar las vistas. Acabábamos de coronar los dos picos más importantes de la Sierra de Guadarrama, y ahora nuestra preocupación era llegar al refugio de La Najarra antes de que se nos echase la noche encima.
De vuelta a la marcha pisamos nieve en algunos tramos, y en los últimos pasos antes de llegar a estas cimas que nos quedaban, se sorteaban montones de rocas por los que había que pasar saltando. Así alcanzamos las cumbres de Asómate de Hoyos (2.242m) y la de Loma de Bailanderos (2.133).
Descendiendo de la Loma de Bailanderos vimos el refugio situado bastante adentrado de la Najarra (nuestra última cumbre), lo limpiamos y nos acomodamos. Eran las 17:00 horas y nos quedaba bastante luz del día por delante asique descansamos un rato, nos tomamos un cola-cao, recogimos leña…
Cuando empezó a caer la noche probamos la chimenea de ese refugio de 4 metros cuadrados. Fue un error, en un momento se convirtió aquello en una cámara de gas debido al mal diseño de la chimenea, y tuvimos que salir hasta que aquello se ventiló.
Pusimos unas piedras al lado del refugio e hicimos ahí el fuego, nos calentamos mientras cocinábamos la cena. Las luces de Madrid reflejaban molestamente la cara de la montaña en la que permanecíamos.


*Día 1 del 4 de 2012:

 El amanecer nos despertó, desayunamos, guardamos todo, y con las mochilas a la espalda nos pusimos a caminar el tramo que nos quedaba para yegar a completar las 8 cumbres.

Por el camino nos cruzamos con cabras montesas que paseaban libres. A penas en 20 minutos ya llegamos a la última cumbre; La Najarra (2.119m) y contemplamos a lo lejos La Maliciosa, que había sido nuestra primera cumbre, de la que ya estábamos a unos 16 kilómetros apartados de ella…


Comenzamos el descenso que acabó por dejarnos en el Puerto de La Morcuera. Después cogimos un camino forestal por el que anduvimos unos 8 kilómetros hasta Miraflores, donde el coche nos pudo recoger. ¡Esta ruta no nos quitó las fuerzas para impedirnos volver a la montaña al día siguiente!





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